lunes, 28 de junio de 2010

Gracias Einar, donde quiera que estés...


Gracias Einar, donde quiera que estés…

No sé porqué insisto en negar que en mi infancia tuve una buena época en donde realmente fui un tanto tímida, creo que la razón de mi negación es que nunca me gustó serlo. Luché para salir de esa condición, aunque en realidad, con quien me recuerdo un poco tímida, es con los niños que eran de mi edad. Siempre he sido reservada, pero nunca seria. Tiendo a hacer amigos con mucha facilidad, pero la mayoría en el sentido formal. Situación que no me agrada mucho, la verdad, inconscientemente termino así, creo que ya está en mí, y finalmente terminé por aceptarlo.

¿A que viene esto? Hace días vi a un muchacho, quien me recordó mucho a un amigo, aunque amigo, no sé si sea la palabra adecuada para nombrarlo. Era un compañero de clases, cuando yo estaba en secundaria. Recuerdo que era muy guapo, simpático con las demás niñas, y además lo recuerdo inteligente, aunque un poco destrampado. Era tremendo, ponía en revolución a todo el salón en un instante. Recuerdo todos los malos ratos que me hizo pasar durante esos tres años en la escuela, fue mi verdadero calvario. No sé, quiero suponer que abusó de mi condición de niña seria. Siempre encontraba motivos para burlarse de mí, siempre tratando de hacerme enojar, y lo conseguía. Era él y tres compañeros más, quienes sólo por seguirle la corriente, me molestaban por igual, pero sólo cuando él se los pedía. Siempre estaban fastidiando y se sentaban cerca de mi. No se quedaba tranquilo hasta que me hacía enfadar, y era cuando finalmente se cambiaba de lugar. Hasta que un día, pasándose de "simpático", realmente me hizo encolerizar, me sacó de mis casillas, y fui a la dirección de la escuela a reportarlo, pues al otro día, ¡Dios Mío… fue peor!...

A partir de entonces, se paraba enfrente de mí, y me hacía un saludo militar, y me decía -¡Sí, “Jefa”!-, y por supuesto que mis otros tres compañeros, de su pandilla, también. Les dijo, -Salúdenla, porque es la “Jefa”, me ha reportado a la dirección-, y a partir de entonces me llamó así, por los tres largos años… fue un verdadero tormento…

En los tres años, hubo una sola ocasión en que tuvo un detalle lindo conmigo. Cuando teníamos exámenes, esperaba a ver donde me iba a sentar, y una vez que yo me acomodaba en mi silla, les decía a mis compañeros, sus amigos, que se sentaran alrededor mío para copiarme; situación que me ponía un tanto incómoda y de nervios, ya que el maestro era muy estricto y sabía que si los llegaba a descubrir, terminaría por quitarme el examen a mí también. Pero no valía en nada que yo me molestara, igual se sentaban cerca de mi. Claro que siempre cuidé de que no me copiaran nada, creo que más bien fue por hacerles el daño. Pues bien, falté un día a la escuela, y al día siguiente, en cuanto me senté, corrieron a sentarse muy apurados a mi alrededor, y me pregunta – ¿Estudiaste “Jefa”?- ¿Porqué?- le cuestioné, -Hoy tenemos examen- me contestó, y muy preocupada le digo –No sabía… no estudié…- y lo que hizo inmediatamente, fue decirle a los compañeros – Vámonos de aquí, la “Jefa” no estudió- y acto seguido se cambiaron todos de lugar y se sentaron lo más lejos posible. La verdad, si me quedé muy triste y preocupada porque no había estudiado.

Me dejaron sola… En eso llega el maestro, y Einar se levantó muy apurado y se sentó enfrente de mí, la verdad que yo estaba ahí, sin hacer nada, creo que esperaba alguna clase de milagro... no había estudiado y mi cabeza estaba completamente en blanco. De pronto, veo que me pasa su examen, totalmente contestado, no lo podía creer… “mi enemigo”, ayudándome… me dio terror tomarlo, pero él insistió, tuve que hacerlo, porque movía la hoja del examen para que yo la tomara, no me quedó más remedio… el maestro podía verlo…Lo copié… (espero que nunca lea esto mi maestro), y en cuanto se lo regresé, lo entregó y salió en silencio del salón, yo estaba todavía ahí sin poder creerlo… Claro que me saqué 100, los dos lo hicimos.

Es un gesto que no he podido olvidar… aún y cuando ha pasado tanto tiempo. Terminado el examen, el siguió siendo el mismo tonto conmigo, no recuerdo haberle agradecido el detalle, nunca me dio la oportunidad de hacerlo, aunque la verdad, ya no lo veía igual. Terminamos secundaria y no lo volví a ver, hasta ahora, no sé que habrá sido de su vida, la verdad si me siento un poco intrigada, pero quien sabe... quizá un día, un gato comerá sandía…


PD: Quiero hacer una importante aclaración... no es que me sienta orgullosa por haber copiado el examen en esa ocasión, copiar nunca ha sido mi estilo, y disto mucho de fomentar ese hábito... fue la sorpresa del momento, lo que marcó para mí ese instante, es lo que quise compartir con éste escrito...

sábado, 26 de junio de 2010

¿Cómo saber a cuál de ellos atender?

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¿Cómo es que los pensamientos de una misma persona terminan siendo contradictorios entre sí? ¿Cómo saber a cuál de ellos atender? Está la razón, la cual grita en silencio, tratando por todos los medios posibles de hacerse escuchar, pero también está ese trémulo sentimiento que sigiloso entra, a veces, en medio de la angustia y el pesar, y otras, por medio de las sensaciones más dulces y serenas que puede acoger nuestra alma en un mismo segundo… El que te dice, -¡Hazlo, adelante, anímate! ¡La cosa no puede ponerse peor, intenta una vez más!-, y está el que te lo dice con la cara adusta y el semblante sosegado… el que siempre echa a perder la fiesta… -¡Ni lo intentes, es un caso perdido!, No tienes derecho… serénate, da la vuelta y sigue adelante…-

Cuantas veces el corazón se ha tenido que enfrentar con la razón, cuantas veces éste gana la batalla, pero al final, termina perdiéndolo todo…

¿Hasta cuándo es suficiente? ¿Quién tiene una métrica definida hacia lo que es correcto? ¿Correcto para quién? ¿Hasta dónde nos es permitido equivocarnos? Si, la respuesta es siempre la misma, Doña Razón la tiene como mensaje en la puerta de su casa… “Hasta donde no te permitas lastimar a otra persona”.
Ruth L. Acosta

viernes, 11 de junio de 2010

El Baúl de Mis Recuerdos


El Baúl de Mis Recuerdos...


Tengo una hermana, fanática de la limpieza, pulcra a más no poder... que uno de sus pasatiempos es limpiar, limpiar y luego que termina, vuelve a limpiar... En nuestra adolescencia compartíamos la habitación, ella una cama, yo otra, ella dividió nuestro closet, así como nuestro librero... ya se imaginarán cuál era la mitad más limpia... Tengo muchas manías, y una de ellas es conservar cosas que tienen un valor especial, así sea la cubierta de un dulce, una flor seca... cuadernos usados, los que en su momento consideré que alguna vez podría necesitar consultar... bueno, tantas y tantas cosas absurdas para muchos quizá... pero que para mi tienen un gran valor, sobre todo sentimental...

En una ocasión que llegué a casa, por la tarde... Oh! sorpresa... mi hermana acababa de dividir el espacio en nuestro librero, y como yo estaba ocupando parte de su territorio, pues amontonó mis cosas a un lado, el lado que me tenía asignado... lo que cabía, por supuesto, y lo demás decidió que ya no servían, cosas que terminaron en el basurero... y bueno, ya se imaginarán el ataque de histeria que me dió... salí corriendo a rescatar "mis preciados tesoros" pero era demasiado tarde, me dí cuenta de la ausencia un día después...

Claro que recuerdo que en esa ocasión, me molesté mucho con mi hermana, la creí injusta conmigo... le reclamé enérgicamente respetara mis "derechos humanos", tratando de proteger mi "derecho de la libertad de propiedad" bueno, mi "derecho a acumular cosas...", (aunque no estoy segura de si ese sea un derecho que esté contemplado en nuestra Constitución...) le pedí que no se metiera con mis "amados tesoros" y ella me pidió que respetara su espacio... pues así lo hicimos, con el tiempo fuí recolectando más tesoros y ella fue haciéndose experta en los diferentes tipos de limpiadores que existen en el mercado...

Con el transcurso de los años, formó cada quien su familia, ella en su casa, una casa totalmente limpia (y desinfectada...), libre de impurezas y de "tesoros" que no ocupen inútilmente un espacio en su impecable paraíso... y yo en la mía, con Mis Baúles llenos de Recuerdos... los cuales están rebosantes y cerrados forzosamente... hace tiempo abrí uno, aunque tengo mis "tesoros" guardados en donde hay espacio... hace poco, finalmente (y por necesidad) tuve que "hacer limpia" para poder guardar otras "reliquias"... pude ver las "maravillas" que he guardado por tantos años... pude ver cartas, tarjetas, una armónica, fotos, libros, muchos libros, juguetes, rompecabezas, recortes de periódico, chocolates, si, chocolates... y tantas y tantas cosas más... claro que disfruté mucho de mis tesoros... mis hermosos recuerdos... aquellas tantas cartas de mis amigas, y las tarjetas escritas como señales de amistad... aquellas fotos capturadas en momentos que parecían no terminar... Oh! Recuerdos, hermosos recuerdos que hacen mi alma vibrar...

Sé que los vicios tienen cura, pero no sé si las manías las tendrán... no es que me pesen mis recuerdos, pero ya no tengo espacio en donde acumular... tendré que pedirle a mi hermana, que un dia venga a mi casa, y con los ojos cerrados decida que tirar... ella no se tentará el corazón, pero sé que si yo lo hago... no dejaré de llorar... ya me he deshecho de cosas, que a otra gente pudiera interesar, pero a mis baúles llenos de recuerdos, aún no los puedo tocar...

¿Alguien sabe de una cura para las manías que me pudiera regalar? La necesito urgentemente, ú otro espacio más grande tendré que buscar...

lunes, 7 de junio de 2010

A la espera de tu regreso...

A la espera de tu regreso...


Hoy es un día más en que espero tu regreso, un día más en que el reloj parece burlarse de mi, las horas se vuelven tediosas y los segundos, cada vez más lentos...

Traté de animarme un poco, salí a la calle en busca de algo que me distrajera, solo logré desesperarme con el tráfico terrible que me dejó atrapada en una interminable fila de impacientes conductores, todos con prisa por llegar a sus destinos. Es increible lo que mi ciudad ha crecido... ¿Porqué molestarme? Si no llevaba marcado ningún camino...

Decidí ir al centro, recordé que tenía que hacer algunas compras, y al hacer alto en uno de los cruceros principales, se paró enfrente de mi carro un joven con dos varas en sus manos, en donde en cada uno de los extremos había envuelto un paño, el cual lo impregnó de combustible, y le prendió fuego... empezó a hacer malabares con ellas... y quería que lo viera, cuando me sacó un susto de aquellos, que casi me bajo del carro y lo golpeo... estuve todo el tiempo mirando hacia abajo, tratando de no verlo... y al terminar, todavía me pidió dinero... ¡¿Pero que se ha creído?! después de angustiarme de esa manera, de poner su vida en peligro, pretende que todavía le festeje...

Seguí mi marcha, con el estómago todavía recogido, puse música alegre en mi cd player, con la esperanza de que mi humor cambiara... estuvieron Elvis Crespo y Ricky Martin cantándome sus mejores canciones, esas que en ocasiones he bailado con todo mi cuerpo... les dí la oportunidad de que me alegraran, fue inútil, nada podía hacer que te olvidara...

Llegué a la librería, esa que me queda de paso y donde me gusta tomarme un café con mis amigas... decidí entrar sóla, para tratar de leer el último libro que había comprado, el leer me manda a otro mundo, a otras épocas, a otra gente, a los paises más remotos... seguía guardando la ilusión de que te olvidaría aunque fuera unos minutos... Misión imposible.

Pasé por un encantador parque, era ya tarde, decidí estacionar mi carro y dar una caminata, pensé, si doy un recorrido observando a las personas congregadas aqui, tendré seguramente un respiro... sólo lograba encontrarte en esos rostros, en aquellas personas ajenas a mi existir... me senté un rato en aquella solitaria banca, el ambiente parecía conocer mi desdicha, la melancolía prontamente se adueñó de mi... cansada de intentarlo, me regresé a casa...

Era ya noche, recordé que no había cenado, mi estómago me avisó con un feroz rugido... me preparé un sandwich de roast beef acompañado de una fresca ensalada, recordé que es tu preferida... finalmente me dirigí a mi cama, cansada de tratar de olvidarte... decidí aceptar que dormida y en mis sueños... al fin llegarías... trataba de olvidar, si... de olvidar que habías muerto...

Alguien se ha robado mi sueño...


Alguien se ha robado mi sueño…

Estuve inquieta toda la noche… no podía conciliar el sueño… había sido un día difícil, no me alcanzaron los dedos de las manos para contar todos los problemas y contratiempos que tuve que enfrentar, pero el día terminó… y con todo, la calma aún no hacía acto de presencia.

Entró por mi ventana, caminó por el pasillo y se detuvo a un lado de mi cama, me miró sonriendo, ¿Acaso finalmente me quedé dormida?… mientras tanto, me decía: -Hay sueños, que sólo lastiman el alma, hay sueños que sólo perturban… son ilusiones tontas que llevan a la nada… son fantasías que toman vida y se engañan a sí mismas, creyéndose una estúpida realidad, utopías, sin más ni más-… pude escuchar a lo lejos que aún susurraba… -Tomo los pensamientos vanos y sentimientos oscuros que pudieran ellos dejar, la vida está llena de heroísmos, de fantasías, llena de otra clase de anhelos, esos que te hacen vibrar, que te entregan una esperanza, los que dejan una luz en tu camino, los que de alguna forma, ahí deben estar… deja ya de perseguir la angustia, deja ya de llorar, no sufras por quien nada sufre, no te permitas abandonarte mientras tienes tanto que dar…-.

Era entrada la media noche, entre brumas y el silencio, vi un atisbo de ese ser luminoso que no me dejaba de contemplar… que pude verlo sin mirar, que pude sentirlo sin tocar, que traía consigo una buena dote de paz, de dulces sensaciones extrañas, de alivio, de libertad…
Por: Ruth L. Acosta

viernes, 4 de junio de 2010

Y sueño que sueño...


Y sueño que sueño…


Y sueño que sueño,

y soñando despierto…

y encuentro tu rostro,

tan sereno y contento,

tan cercano y distante,

como el mar y el desierto,

y te miro y te olvido,

y te olvido y te recuerdo,

y sueño que sueño,

y te miro de lejos…


Ruth L. Acosta

A mi Hija



A Mi Hija


En esa casita ficticia,
con esa hermosa muñeca,
con mis dispuestas amiguitas
a siempre jugar a las mamitas.


Estuviste en mis pensamientos,
en lo más profundo de mi corazón,
y al encerrarme en mi silencio...
siempre te encontraba en ese rincón.


No veía tu cara, ni tu pelo,
no oía tu voz,
pero siempre conversábamos
al mismo tono las dos.


¿Quien lo creería,
que serías igual a mis sueños,
a mis ilusiones de niña,
y que algún día,
sin más, aparecerías?


Siempre estabas tú,
como mi mejor amiga,
sabía que pronto te tendría...
sí.. a ti... Querida Hija Mía.


Ruth L. Acosta

Deseo




Deseo



Éste deseo desesperado,
que corrompe mi alma...
sin que falte lo inesperado,
sin que pueda tener calma...


La fuerza, el valor y la esperanza,
presentes como un conforte,
ante un presente incierto,
doloroso y despierto.


Angustia que domina,
sin aceptar la razón,
percibiendo como falla...
la verdad en mi interior.


Ruth L. Acosta

Ojos Tristes


Ojos Tristes


Ojos tristes que me miran,
ojos tristes que se callan,
ojos tristes que suspiran,
ojos tristes, no me engañan.


Ojos tristes, tus manos frías
esas caricias parecen extrañas,
tu corazón repleto de reveces,
un corazón desierto y sin alma.


Ojos tristes con tu mirada,
me despiertas la conciencia,
desgarrando el pálido orgullo
que pudiera tener aún en mi alma.


Ojos tristes, si pudiera
detener la agonía de tu mirada,
te mostraría el horizonte,
que ilumine por siempre tu esperanza.


Ruth L. Acosta

Corazón Cansado


Corazón Cansado


¿Has escuchado el llanto de tu corazón,
aún cuando no derramas una sola lágrima?

¿Has sentido el deseo de volar y desaparecer?
Sí, de perderte en las alturas o quizá en la locura...

¿Has sentido alguna vez tu corazón cansado,
sobrecargado y angustiado?

Miras al cielo y sólo miras el infinito,
y de repente al fijarte en las estrellas,
en la hermosura y la magia de la luna,
todo el peso se convierte en una pluma...



Ruth L. Acosta

No todo es perfecto...



No todo es perfecto


Que cruel puede ser a veces el destino,
nos quita y nos da.


La vida dándonos golpes de felicidad
con toques de amargura.


No todo es perfecto.


¿Porqué nos sentimos contentos
con algo que nos hace mal?


¿Porqué nos sentimos engañados con la realidad?


Ruth L. Acosta

Aquel Día


Aquel Día


Aquel día en que conocí
aquel gentil caballero,
con su cabello de espuma
y sus zapatos de cuero.


Sus ojos más despiertos que la luna,
su sonrisa más cierta que la noche,
con su talento para convertir
siempre el caos en lo cierto.


De su espíritu emanaba la fuerza
del que tiene al mundo en un puño,
su pecho arrojaba la braveza
del joven toro embarnecido.


Es de todos bien conocido,
que su ternura lo ha enaltecido,
que su furia la aplaca el viento,
que es su mejor amigo.


Aquel día en que conocí,
aquel gentil caballero,
con su cabello de espuma,
y sus zapatos de cuero...


Ruth L. Acosta

Grandeza Infinita


Grandeza Infinita


No alcanzo a comprender
la grandeza infinita de mi Creador,
Mi Señor, mi Dios...
Todo su amor y su bondad,
su paciencia, su paz.


Esa paz que puede uno sentir
sin entender el como, ni el porqué,
el gozar de su presencia palpable e invisible,
el sólo saber que es Él,
y que es mi amigo...


Ruth L. Acosta

¿Que quien soy?



¿Que quien soy?

Soy quien soy,
en el momento en que lo soy.
Soy quien yo creo que soy,
pero también soy quien él,
usted, y ellos creen que soy,
por eso digo...
que es importante saber quien soy,
justo en el momento en que quiero ser,
quien realmente soy.
Y precisamente por eso soy lo que soy...

¿Quedó claro quien soy?

Ruth L. Acosta

Interpretando el silencio...


Interpretando el silencio

Triste el pensamiento y no lo puedo detener,
se va la vida en las contemplaciones…
en los silencios…
voy al rincón más oculto,
y sin quererlo, ahí lo encuentro…

He buscado las maravillas
que me prometió el viento,
en aquel susurro que llegaba, desde lejos...
lo entiendo… pero no lo acepto…

La imprudencia de los recuerdos,
que me azotan a cada momento,
sin poder siquiera detenerlos…

El mundo se vuelve loco,
y me estremezco…
con una sonrisa basta,
para que se vaya el desconcierto…

Ruth L. Acosta



Luna Mágica



Luna Mágica


¿Cuántas personas estaremos conectadas hoy con la luna?

Hoy ví a una luna en todo su esplendor...
es increíble los misterios que guarda...
contiene todos los secretos, tantos sueños,
tantos deseos, tantas almas...

Hoy me regaló su mejor sonrisa,
se abrió ante mi en su silencio con todas sus palabras,
con todos sus sonidos, con todo su destello...

Es mi luna mágica.
Sí, soy hija de la luna,
es y será siempre mi casa...


Ruth L. Acosta

Mar




Mar

¿Que mágico encanto me lleva hacia ti?
Hay una gran fuerza que me impulsa
a perderme en tu horizonte…
en tu grandeza infinita…

Tienes esa gran calma que compartes,
con todo el dominio que la naturaleza puso en ti…
tienes el don de exaltar a las almas dormidas,
pero también de apaciguar aquellas que impacientes
se dejan llevar por las prisas que nos dejan los días…

Vengo hacia ti con el alma destrozada,
y me regresas con mi alma llena de besos,
de tiernas caricias que me trajo la mar
y que las impregnó en todo mi cuerpo…

El caminar por tu blanca arena,
rodeada del eco impetuoso que trajo las olas…
el recibir el viento con los brazos abiertos,
la suave brisa que llegaba desde lejos…

Escuchas sin descanso mi ilusión y mis recuerdos…
mis lamentos y todos mis agradecimientos…
hablamos el mismo lenguaje… ambos nos entendemos,
entiendes los murmullos que te he mandado con el viento…

Regresaré siempre a ti, a compartirte mis recuerdos,
a recordarte que dejo una gran parte de mi en ti…
a recordarte que somos uno solo, tu, yo y el infinito…
adiós, querido Mar de mis recuerdos…


Ruth L. Acosta

Me Gusta...







Me Gusta…

Me gusta el color de tu sonrisa,
el olor de tus palabras,
la fuerza de tus silencios,
el ardor de tu mirada…

Me gusta el fulgor de tu aura,
la pureza de tu alma,
el placer de tus sentidos,
que se mezclan con los míos.

Me gusta el sabor de tus besos,
el calor que dejas en mi cuerpo,
el bailar al compás de tus movimientos,
el saber que estoy en tus pensamientos.


Ruth L. Acosta

Decepción


Decepción


Entre mis principios y convicciones son mayores,
cuanto más me ofendo por lo deshonesto,
cuando defiendo mi verdad y lo que creo...
más me decepciona el mundo entero.


Pero sé que es justo y verdadero
lo que siento, lo que tengo y lo que pienso...
Sé lo que es malo y lo que es bueno,
aunque también aprendí
que no somos perfectos...


Ruth L. Acosta

Te lo dejo todo, no quiero nada...


Te lo dejo todo, no quiero nada.


Quédate con todos los años de silencio,
y con todos esos sentimientos guardados,
los que no pudieron ser compartidos.
Me voy en busca de lo que me prometió el viento,
un día, cuando era pequeñita.


Tomaré el sendero a través del arcoiris,
me quedaré atrás de una sonrisa,
en medio de un suave murmullo,
arriba de esa diminuta hormiguita.


Miraré desde la luna,
recargada en mi estrella,
la más brillante de todas,
esa, mi favorita.


Buscaré desde allá aquel corazón
que palpita lleno de emociones,
aquel que lo mueve la pasión,
y que baila al compás
de mis insólitas canciones.


Quiero llenarme de quietud,
esa que mi alma ahora necesita,
me llevaré conmigo mi sombra,
para que no se quede solita.


Te lo dejo todo, no necesito nada.


Ruth L. Acosta

¿Qué son los sueños?


¿Qué son los sueños?



¿Tiene la capacidad un sueño de sonrojarnos,
de hacernos reír,

de hacer que nuestro estómago
se llene de mariposas traviesas,

y hacer que nuestro corazón,
vibre cargado de emociones?


Entonces quizá no sean los sueños,
sino una fantástica realidad,

que turban deliciosamente nuestros corazones…
hay tantos sueños vagando sobre mi horizonte…

¿Hay una realidad difícil de alcanzar?

¿Ó los sueños no son más que ilusiones?

Nuestros sueños,recuerdos e ilusiones,
son parte de nosotros mismos,

algo que llevamos adherido a nuestra alma,
algo que nos llena de vida…

Quizá por eso,
prefiero vivir soñando,
evitando de algún modo,
que la realidad me alcance…


Ruth L. Acosta

Y que si lo pienso ahora?


¿Y que si lo pienso ahora?

El tiempo traspasará el universo,

el universo se volverá cenizas,

las cenizas se volverán recuerdo…

el recuerdo moverá corazones,

los corazones encontrarán el abismo,

el abismo tropezará con el tiempo…


Ruth L. Acosta